UNIDAD DE DOLOR Y CUIDADOS PALIATIVOS
HIGA Eva Perón
San Martín -
Nov/99
"Calidad de
Vida con Morfina en Oncología"
I.
Introducción
II.
Tipo de Estudio
III.
Objetivos
IV.
Material y Métodos
V.
Desarrollo y resultados
VI.
Conclusiones
Autores:
Dra. Casadei Adriana
Dr. Grecco Marcelo
Dra. Marquez Gloria
Dra. Orozco Maribel
Dr. Osores Oscar
Lic. Sandoval María del C.
I. INTRODUCCION
Es aceptado universalmente,
según la literatura médica, que el dolor es el síntoma más frecuente
del cáncer. Tomando todos los estadíos y todos los tipos de tumores, la
prevalencia del dolor es del 60%. Si consideramos los estadíos avanzados,
esta llega al 80%.
También se puede
afirmar que por razones difíciles de entender los médicos dan poca
importancia al dolor.
Se estima que entre
un 50% y un 80% de los pacientes neoplásicos no obtienen un adecuado
control de éste síntoma.
El índice global de
curaciones en pacientes con cáncer es del 60% en los países
desarrollados, y del 50% en países en vía de
desarrollo, por lo que hay que considerar para el 50% que no se va
a curar, los problemas de vivir con cáncer.
La magnitud e
importancia del problema del dolor por cáncer es enorme.
Expertos en dolor por
cáncer estiman que el 95% de
las personas que lo padecen podrían tener un alivio adecuado del dolor si
las terapias existentes se usaran apropiadamente.
Los continuos avances
científicos y clínicos están revolucionando el campo del tratamiento
del dolor.
Los progresos se han
basado en el reconocimiento del hecho
de que el dolor persistente conlleva consecuencias más graves que
el sufrimiento.
Entre éstas
consecuencias están las cicatrizaciones tardías, las alteraciones del
sistema inmunológico y de respuesta al stress, los síntomas vegetativos
y las alteraciones permanentes del sistema nervioso central y periférico.
Además, estos
efectos, no solamente van en detrimento de los pacientes, sino también de
sus familias y, en conjunto, de toda la sociedad.
Es en esta instancia,
cuando el dolor, pasa a ser un verdadero sufrimiento
del paciente en todos los ámbitos en los que se desenvuelve.
Esto es lo que se
reconoce como dolor total:
dolor físico, psico-emocional, social, laboral, económico, etc..
Asistir a los
pacientes en relación al síntoma, dolor
total, es el eje de este trabajo
II. TIPO DE ESTUDIO:
Cerrado y controlado, con
pacientes de los distintos Servicios del Hospital Eva Perón.
III-
OBJETIVOS.
Controlar el dolor y mejorar la calidad de vida en pacientes con cáncer
avanzado, utilizando Morfina .
Optimizar el
aprovechamiento de los recursos
humanos y económicos de la Institución en el tratamiento de éstos
pacientes.
IV-
MATERIAL Y METODOS.
Se estudiaron y evaluaron cincuenta pacientes con diagnóstico de cáncer
avanzado, con dolor oncológico
(neuropático, visceral, somático), con o sin tratamiento analgésico
previo, derivados de los distintos Servicios del Hospital, mediante
interconsulta, entre el 1/3/99 y el 30/9/99.
Método: se utilizó clorhidrato de morfina en diferentes forman
farmacéuticas, priorizando la vía oral-sublingual.
Procedimientos de evaluación:
Al ingreso de los pacientes se evaluaron:
-El dolor, con la Escala de Valoración Análoga – EVA,
-La calidad de vida, con el índice de Karnovsky y Ecog.
-El status bio-psico-social, mediante la elaboración del diagnóstico
situacional, relevado por el Equipo Interdisciplinario tratante.
Estos mismos métodos se utilizaron para la evaluación de la
respuesta terapéutica,incorporando el test de minimental
en busca de trastornos cognitivos para el uso de morfina.
V- DESARROLLO
Y RESULTADOS
Desde marzo de 1999 hasta setiembre de 1999, se asistieron sesenta
pacientes a través de seiscientas
veinte consultas.
De todos los pacientes admitidos en la Unidad, 50 (84%), presentaban
patología oncológica, y de éstos, 42 (83.4%) necesitaron morfina para
el control de sus síntomas.
Las interconsultas recibidas fueron para asistir pacientes
internados y ambulatorios provenientes de los consultorios externos.
En los internados se inició el tratamiento con morfina endovenosa o subcutánea, priorizando la vía
subcutánea, utilizando la intravenosa cuando el paciente ya se encontraba
con ella, hasta lograr la remisión de los síntomas. En este momento se
pasó a la vía oral, lográndose así su externación .
En los pacientes ambulatorios, se logró el control del síntoma en
la primera consulta, utilizando morfina por vía sublingual o subcutánea,
con una observación de dos a
cuatro horas en la Unidad, llegando así a tipificar la dosis más
adecuada.
El paciente y su familia quedaban en contacto con los profesionales de la
Unidad, las 24hs. del día, por vía telefónica. El paciente ambulatorio
era citado a las cuarenta y ocho horas para
constatar su evolución bajo el tratamiento indicado.
En ambas casos se utilizaron la asociación de drogas coadyuvantes
de acuerdo a la evolución del síndrome doloroso del paciente,
Las asociaciones más utilizadas fueron:
ü
Psicofármacos como
antidepresivos y ansiolíticos, ya
que su acción sobre determinados componentes psicológicos que acompañan
a la experiencia dolorosa, contribuyen a potenciar el efecto del opioide.
ü
Glucocorticoides, de elección
, para el tratamiento de procesos inflamatorios y/o edematosos producidos
por masas ocupantes de espacio.
ü
Catárticos y antiheméticos,
para prevenir los efectos colaterales del opioide.
Del 100% de los pacientes admitidos con diagnóstico de dolor oncológico,
el 84%, se registró como dolor severo (8-10 según Eva), y 16% con dolor
moderado (4-7 según Eva).
En el siguiente cuadro se visualiza la evolución del dolor después
de iniciado el tratamiento.
|
Inicio |
30 min. |
48 hs. |
7 días |
Eva 8 -10 |
42 |
6 |
2 |
1 |
Eva 4 - 7 |
8 |
2 |
1 |
0 |
Eva
0 - 3 |
0
|
0 |
0 |
0 |
De 42 pacientes que
ingresaron con un Eva 8-10 , a los 30 minutos se obtuvo una respuesta
favorable, donde solo 6 aún
tenían dolor severo, a las 48hs, permanecían 2 en este escalón y a
la semana solo 1.
Los que ingresaron
con dolor moderado fueron 8.
A los 30 minutos de iniciado el tratamiento, 6 , ya no tenían dolor; a
las 48hs. 1 tenía dolor 0, y a los 7 días
todos los pacientes estaban con un Eva o, es decir se obtuvo la
analgesia completa.
VI-
CONCLUSIONES
¨
El dolor en pacientes con neoplasias
avanzadas se puede “aliviar siempre”.
¨
El dolor, síntoma prevalente, en pacientes con
neoplasias avanzadas, se encuentra inadecuadamente tratado.
¨
Es indispensable la utilización de coadyuvantes
para el tratamiento de los síntomas asociados con el dolor.
¨
El uso adecuado de morfina en pacientes internados por
dolor con neoplasias avanzadas acorta el período necesario para obtener
la externación con el consecuente ahorro de recursos institucionales.
¨
El uso de morfina debe considerarse el eje del
tratamiento para los pacientes oncológicos que se encuentran en el escalón
cuatro de la OMS.
|